c. s. lewis escribió:
Se trataría de un lunático, o del
«mismísimo demonio». «Tienen que
escoger», escribe Lewis. O bien Jesús
era, y es el Hijo de Dios, o bien era un
loco o algo mucho peor. Pero- continúa-
«no salgamos ahora con insensateces
paternalistas acerca de que fue un gran
maestro moral. él no nos dejó abierta esa
posibilidad. No quiso hacerlo».
Nos encontramos, pues, con una
alternativa escalofriante. O bien Jesús era
(y es) exactamente lo que dijo, o bien era
un loco o algo aún peor. Para C. S. Lewis,
estaba claro que Jesús no podía haber
sido ni un lunático ni un monstruo, por lo
que concluye: «Por extraño o terrible o
improbable que pueda parecer, tengo que
aceptar la idea de que él era y es Dios».
No hay comentarios:
Publicar un comentario